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NO RESEÑAMOS NOVELA ERÓTICA, lamentamos las molestias.


lunes, 31 de agosto de 2015

Noxtromo: La cara oculta de Noxtromo; Capitulo 3



-Shail, el exiliado es humano, ¿crees que nos dirá la verdad sobre su pueblo? – Preguntó Drah.
- Joven Drah, los seres no son fieles a sus raíces por el mero hecho de provenir de ellas, hay más cosas que hacen que seas fiel. – Respondió el abuelo.
- Shail, no lo comprendo.
- Drah… - Los ojos de su abuelo mostraban el orgullo que sentía ante la curiosidad del joven. – Supongamos que a ti te apartan de tu familia, te llevan a muchas estrellas de aquí, te abandonan con otras criaturas que desconoces y se olvidan de ti. ¿Crees que seguirás siendo fiel a aquellos que destruyen tu existencia? – El abuelo escrutaba el rostro del joven mientras este pensaba.
- No lo sé. – Respondió Drah.
- Piénsalo mientras llegamos a la casa del exiliado, no necesito respuesta, solo tú debes conocerla.
Continuaron caminando, ya podía verse la diminuta edificación al lado del muro. La casa del exiliado se encontraba al final del claro donde todo el asentamiento se deshacía de las inmundicias. Construida con los mismos desechos sobre los que se encontraba, apenas se mantenía de pie. El exiliado la había levantado poco después de su llegada, alrededor de dos años atrás. Al principio los seres del cielo lo atendían, le traían alimento y ropa, hasta que un día dejaron de hacerlo. El poblado comenzó dándole algo para que viviera, pero con el tiempo el exiliado había comenzado a trabajar arreglando pozos y demás por comida y vestimenta. Todo el pueblo conocía su historia, su verdadero nombre, pero seguían llamándole el exiliado.
Al llegar a la puerta el abuelo de Drah alzó la voz y comenzó a decir:
-Exiliado, hemos acudido a ti en busca de sabiduría.
- ¿Exiliado? ¿Cuándo aprenderás a llamarme por mi nombre, sabio anciano? – Respondió una voz desde el interior de la casa. – Nicolai, ese es mi nombre. – Dijo el hombre mientras salía al exterior.
Nicolai era un ser del cielo al cual sus hermanos habían expulsado y recluido en aquel asentamiento. Al principio se había mostrado arrogante y distante con el pueblo de Ishnar, pero finalmente había comenzado a formar parte de él.
-¿Qué os trae por aquí, anciano? – Preguntó.
- Mi nieto, Drah, sabe algunas cosas que necesitan respuestas. Cosas que solo tú sabes y que quizás te interesen saber.
- Pasad, hablemos dentro. – Nicolai se apartó de la puerta para permitir la entrada de los visitantes.
El interior de la choza estaba prácticamente vacía, a excepción de algunos mugrientos cojines sobre una deshilachada alfombra, un simple jergón de musgos y una destartalada mesa. El exiliado tomó asiento en uno de los cojines e invitó a sus visitantes a hacer lo mismo.
- ¿Queréis un poco de agua? Perdonad que no os ofrezca más, pero se terminó la leche ayer. – Ofreció Nicolai al anciano y al joven.
- Os lo agradecemos, pero no es necesario. – El anciano reclinó el ofrecimiento. – El asunto que nos trae es importante y creemos que solo tú sabes las respuestas de su significado.
- Decidme Anciano, si puedo os ayudaré.
- Verás, mi nieto, aquí presente, por casualidad escuchó una conversación de los hombres del cielo. – Nicolai disimuló su sonrisa al oír aquella forma de llamar a los agentes de Noxtromo. – Resulta que han apagado los ojos y truenos. Han hablado de que todos moriríamos.
- Es lógico, anciano. Vuestro sol está muriendo. Vuestra estrella es una gigante roja a punto de explotar. –Se limitó a responder Nicolai.
- Si el sol explota llegará la noche y las plantas morirán, después los animales y por último nosotros. ¿Es eso lo que intentas explicarnos? – Preguntó el abuelo de Drah.
- No, si explota quemará este mundo, todo será cenizas. Lamento tener que ser yo quien os diga esto, pero vuestra raza está condenada. Noxtromo no hará nada por salvaros, no le servís para nada sin vuestro planeta. – Nicolai se levantó y sirvió tres cuencos de agua. – Bebed un poco, sé que es difícil tragar esta noticia.
- Disculpad, deberíamos marcharnos. – Dijo el anciano levantándose también.
- Aguardad, buen hombre. – Lo retuvo Nicolai. – Habéis dicho que vuestro nieto oyó por casualidad la conversación y sabe que ojos y truenos están apagados. – Nicolai miraba directamente al joven Drah. - ¿Tienes el don, joven?

domingo, 30 de agosto de 2015

Noxtromo: La cara oculta de Noxtromo; Capitulo 2



La sala del consejo administrativo era una gigantesca sala semicircular por cuyos laterales se alzaban veintitrés filas de asientos repletos de agentes del GCT, administrativos corporativos, militares e inversores, estos últimos presentes por ser una reunión informativa de explotación a puerta abierta. Frente a las gradas, sentado sobre un enorme estrado, permanecía silencioso y con los ojos semicerrados el encargado de finanzas y donaciones corporativas del GCT. En el centro del semicirculo, el exponente hablaba abiertamente sobre los datos de su corporación.
- La mina de nuestra colonia en Disnomia a extraído mil quinientos cuarenta y dos toneladas de Galio en el último mes, la donación exigida por el GCT es del cuarenta porciento pero la corporación Karfa, generosamente, está dispuesta a ofrecer el cincuenta y dos coma tres porciento. Ochocientas seis con cuatro toneladas a cambio de...
En la última fila Nuño había dejado de prestar atención a lo que el administrativo jefe de Karfa exponía a los presentes, sus ojos observaban al comandante de la flota de Júpiter. Hacía casi dos años que lo había conocido por primera vez cuando había acudido a su casa para informarle que la nave en la que regresaba su padre había explotado.
Al parecer los radares habían fallado tan solo unos segundos, pero al restablecerse la conexión solo quedaban los restos de lo que antes había sido una de las más modernas máquinas militares. Los restos fueron in mediatamente recogidos y el caso archivado rápidamente, pero el cuerpo de su padre seguía desaparecido. El capitán de la flota le había dado largas durante algún tiempo, pero finalmente se había comprometido a encontrarlo. De todo aquello hacía demasiado y aún seguía sin saberse nada. Los archivos inaccesibles y todo el silencio alrededor del tema no ayudaban a calmar los ánimos de Nuño.
- Ahora expone Noxtromo, a ver con qué nos sorprende esta vez. - La voz de su amiga y compañera Hiria lo saco de sus pensamientos.
- Sí, sí. - Se limitó a responder Nuño.
- ¿Qué te sucede? - Preguntó Hiria, que tras una rápida ojeada a la sala se apresuró a responder. - Otra vez estabas pensando en el comandante y tu padre. Nuño, de eso hace ya mucho, ocurriese lo que ocurriese tu padre no va a regresar. No merece que te obsesiones con el tema.
- Sé que el comandante sabe más de lo que dice.
- ¿Y qué? Los archivos son secretos, muy pocos pueden acceder a ellos si es que no se han borrado ya. Olvídalo, sé que es duro, pero no puedes seguir así. Te estás obsesionando con todo eso. - Dijo Hiria con preocupación.
- Necesito respuestas y ese hombre las tiene. - Se limitó a contestar Nuño.
- Tú mismo. - Hiria volvió a prestar atención a la exposición de datos de Noxtromo.

Al terminar, Nuño comenzó a luchar contra la marea de gente que salía. Necesitaba hablar con él. El comandante caminaba en dirección opuesta a la salida, posiblemente hacia su despacho, o al menos eso creía Nuño.
- Comándate, aguarde por favor. - Alzó la voz para hacerse oír sobre el bullicio.
- ¿Qué desea sargen…? - El comandante se detuvo al reconocerlo. - Cada vez que nos vemos es para lo mismo. ¿Me equivoco sargento? - Su rostro mostraba la molestia que aquel encuentro le producía.
- Perdóneme comandante, pero necesito saber si hay alguna novedad con respecto a mi padre. Si pudiese ojear los informes del caso, a lo mejor una visión distinta… - El comandante mandó callar a Nuño alzando la mano.
- Sargento, sabe que eso es imposible. Hemos buscado sin encontrar nada. Ayer se cerró el caso definitivamente. Lamento tener que devolverlo a la realidad pero su padre está muerto, desintegrado en una explosión. - Respondió el comandante con semblante marcial.
- Pero… - Intentó volver a hablar Nuño.
- Ni peros ni leches. - Le cortó de nuevo el comandante. - Le ordeno que lo olvide. Espero que esta sea la última vez que nos vemos por este asunto. - Dicho esto se giro y siguió caminando.
El joven sargento permanecía observando como su superior se alejaba. Aquel hombre se negaba a darle respuestas, habían cerrado el caso. No, el sabría la verdad costase lo que costase.

El comandante llego a su despacho. Estaba cansado y necesitaba paz, pero no se la darían. En su despacho aguardaban dos militares de Noxtromo.
- Comandante. - Dijo a modo de saludo el oficial de Noxtromo. - ¿Quién era ese joven sargento que lo molestaba en el pasillo?
- No era nadie. - Respondió el comandante.
- Vale. - El oficial de Noxtromo afirmó con la cabeza. - Sigamos con el asunto que nos trae. Aquí tiene lo que acordamos. - El soldado de Noxtromo, que había permanecido en pie tras su oficial, avanzó y colocó el maletín que portaba sobre el escritorio. - Medio millón de UMU. Noxtromo siempre cumple su palabra. Gracias por cerrar el caso, pronto volveremos a hablar.
Los agentes de Noxtromo abandonaron el despacho. El comandante observaba el maletín sobre su mesa, con aquello podría retirarse y ser un hombre libre. No, nunca sería un hombre libre mientras a Noxtromo le interesase.

sábado, 29 de agosto de 2015

El último sueño

La llovizna que caía incesante durante toda la tarde aprieta y una lluvia intensa comienza a caer sobre el suelo, el Sol se oculta a gran velocidad por el horizonte y la oscuridad gana terreno a cada segundo que transcurre. Un hombre corre angustiado, ansioso por salir de aquel enmarañado y espeso bosque. Los ojos rojos que había descubierto durante la tarde de caza, ahora lo perseguían. El sonido de mil pisadas lo envuelve todo, el aire se espesa con la agitada respiración de las bestias que intentan cazar al indefenso hombre.

Un último salto y habrá conseguido escapar, habrá logrado salir del bosque con vida, una última zancada y la maleza que lo rodea habrá desaparecido para siempre. Pero algo ha salido mal, su pie se ha enredado en algo y siente como su cuerpo cae sin remedio.

Todo se vuelve oscuro, muy oscuro, siente como cae pero en la distancia no existe fondo. La presión de la caída le hace un fuerte nudo en la garganta, intenta gritar con todas sus fuerzas, pero en su infinita caída no hay lugar para el sonido, solo para la desesperación. Se agita y se estremece, desea salir.

Se despierta sobre saltado, tenso y con la respiración agitada, parece ser que solo se trataba de otra de sus pesadillas. Abre los ojos una y otra vez, pero la oscuridad sigue envolviéndolo. Se siente atrapado, algo lo envuelve y aprisiona. Se revuelve frenéticamente, araña a su alrededor y miles de astillas se clavan en las yemas de sus dedos.

Se niega a creer lo que está sintiendo, su peor pesadilla se ha cumplido. Seguro que ha sufrido otra crisis, pero esta vez es la peor de todas, pues esta vez lo han enterrado mientras seguía vivo.

Mis padres

Me siento sobre mi colchón, el fuerte viento que golpea la ventana me ha despertado. Aun siento como la humedad y la calidez recorren mis manos, respiro profundamente, necesito tomar de nuevo aire.

Escucho sobrecogido la vos de mis padres al otro lado de la puerta, susurran mi nombre desde su cuarto. Sé que hablan de mi, pero por más que intento escucharlos no alcanzo a oír mas que susurros de lo que he hecho. Comentan todo lo acaecido entre ellos, no cesan de pronunciar mi nombre una y otra vez. Quieren que vaya a hablar con ellos, sé que me echan la culpa de todo lo ocurrido.

Me abrazo con fuerza, un gélido escalofrío recorre todo mi cuerpo. Los escucho pronunciar mi nombre con tanta claridad… Pero no puede ser, es imposible. Sé que me arrepiento de todo, pero no pude impedirlo. La voz que hay dentro de mi me obligo a matarlos.

Elementos

                   Cuentan que la historia del mundo ha sido distorsionada con el tiempo. La verdad ha sido el trasfondo en el que se han tejido las leyendas, mitos y religiones que han conformado el mundo. Un puzle imposible de rearmar en la actualidad... Ahora por favor amigos míos tomen asiento, sírvanse una bebida, y prestenme atención pues quiero contarles una breve historia que puede que les resulte interesante. Pueden tomarlo como una leyenda o un mito o un simple cuento de fantasía no importa, eso se lo dejaré a su elección solo les ruego me escuchen hasta el final.

                    Me gustaría ir dando fechas exactas, como si fuera un libro de historia, pero me es imposible incluso cuando fui dotado de una memoria prodigiosa. Pero puedo deciros que antes que los seres humanos vinieran al mundo, existían otras razas inteligentes y durante mucho tiempo se exterminaron unas a otras, dos prevalecieron sobre las demás por un detalle, podían controlar elementos, fuego, agua, tierra y aire. Ambas mantenían un fuerte equilibrio, por algún motivo los Balianos solo podían controlar el fuego y la tierra, y los Hiavianos el aire y el agua. Durante casi un centenar de milenios estuvieron en guerra y en ese tiempo otras razas más jóvenes fueron surgiendo y siendo exterminadas al aliarse por miedo o por codicia con uno u otro bando. Lo único que impedía que una de las razas dominase el mundo y se extendiera sobre él era la otra. Y asi se mantuvieron contenidos cada uno en su única ciudad. Bal' ia y Hiav' ea.
                  Durante algún momento de la guerra los Hiavianos profetizaron una nueva raza, capaz de desequilibrar las fuerzas, al tiempo que los Balianos profetizaban la venida de un ser capaz de controlar los cuatro elementos. Y a eso dedicaron gran parte de su esfuerzo. Y la búsqueda no fue en vano. En el confín más alejado del mundo había surgido una nueva raza. Aunque no parecía físicamente poderosa, ni dotada de ninguna capacidad sobre los elementos la suerte quiso que los hiavianos los considerasen la raza profetizada.
                 A la primera ciudad humana ambas razas mandaron embajadores que les hablaron de lo bien que vivirian aliandose con ellos y lo malvados que eran la otra raza. La humanidad se dividio en tres, los que decidieron quedarse y los que se unieron con alguna de las otras razas. A los que fueron con los hiavianos los llamaron Hi' ax y Bil' istu a los que marcharon con los balianos. De los otros nadie se acordó durante larguísimo tiempo.

                  Sin que nadie pactara una paz, ambos bandos pararon el fuego. Los humanos sin importar en que ciudad vivieran siguieron comerciando y relacionándose entre ellos pues nada tenían los unos contra los otros. Y así crecieron en poder y sabiduría, aunque muy por debajo de sus maestros. En lo que si superaron con creces a sus maestros fue en número. Los humanos, a diferencia de los demás, gestaban en nueve meses y no durante un lustro. Y aunque por otro lado los humanos eran muy frágiles y dependientes al nacer crecían a un ritmo desmesurado para la concepción del resto de razas del mundo.

                  Al fin un día como otro cualquiera la guerra volvió y arrastró a dos terceras partes de la humanidad. Durante la guerra la humanidad demostró no ser útil más que en combate directo y a este entrenamiento habían dedicado el entrenamiento los Hi'ax y fue asi como diezmaron brutalmente a los Bil' istu de los caules apenas quedaron unos miles. El numero de muertos durante la primera década fue tan grande que los balianos se apiadaron de ellos y abandonando su propia ciudad todos se fueron a vivir juntos en una nueva ciudad: Uq. Y ambas razas se unieron como hermanos para vencer o morir juntos. Y en ese momento los hiavianos pensaron que su profecía se había cumplido pues la nueva raza había decantado la guerra y marcharon con todo el grueso de sus tropas contra las murallas de Uq. Sitiaron la ciudad y esperaron diez días antes de asaltar la ciudad. Pero ellos no sabían el verdadero motivo del porqué los balianos se habían unido a los bil'istus como un solo pueblo: Aquel que dominaba los elementos había despertado su poder y era un ser humano al que llamaron Bal'az'uq.

Los Guardianes

- Mira el cielo hijo mío, desde lo alto hoy nos mira sonriente nuestra hermana Luna.
- Que bella es, padre.
- Lo es. La más bella, la más poderosa y la que siempre nos sonríe en la adversidad mientras cuida de nosotros cada noche.
- Padre…
- Dime.
- ¿Por qué nuestra hermana Luna esta en lo alto del cielo y el abuelo no está con ella?
- Si lo está hijo, pero que no lo veas a él no significa que no este. En el mundo de los dioses y espíritus, hace falta mucho más que ser un gran guerrero sabio para conseguir algunas cosas. Es necesario mucha entrega y un gran sacrificio personal para poder seguir siendo visible desde este mundo una vez se cruza el portal. Por eso, aunque solo veas a hermana Luna y no al abuelo, no significa que ambos nos estén vigilando siempre desde lo alto del firmamento. Al igual que ellos, todos nuestros ancianos y seres queridos que ya partieron.
- Padre… ¿Por qué somos así? ¿Por qué es esta nuestra misión? ¿Por qué…
- Tranquilo pequeño Roel, todo en este mundo tiene una explicación. Aunque si formulas todas las preguntas a la vez, tal vez no halles respuesta a todas. Permíteme que te cuente la historia de nuestro mundo y nuestra raza, otro día si te quedan aun más preguntas, cosa de la que estoy seguro, te las iré respondiendo una a una. ¿Aceptas?
- Si.
- Bien hijo, escucha con atención…
“Hace mucho, mucho tiempo, antes incluso de que la primera estrella brillase en el firmamento, el dios padre creo a sus tres esposas y con ellas concibió tres hijos. Gaia, Feret y Gaulot.
La primera, y única hija, fue Gaia. Como regalo, el dios padre, la convirtió en la madre de todas las criaturas, nuestra madre, la madre tierra. Feret, el segundo hijo en nacer, era el más listo, trabajador y ordenado de los tres. A él le fue conferido el poder de mantener el orden de las cosas, él era quien elegía quien pertenecía a Gaia o quien la abandonaba para partir hacia los confines de la oscuridad, el abismo, y allí perdurar por una eternidad para sufrir los mayores horrores y tormentos que un dios pueda imaginar. Además le fue concedida la creación del firmamento, con fino hilo de plata tejió la red sobre la cual coloco el resto de objetos del cielo. Por último, al más pequeño de los tres, le regalo el dominio sobre el abismo. Gaulot sería el encargado de atormentar por el fin de los siglos a aquellas almas que su hermano Feret mandase desde Gaia.
Por lo tanto, el dios padre, desde su nacimiento, había entregado a sus hijos el poder sobre los tres planos que forman el todo. Gaia reina sobre la vida y la luz, Feret es el juez que mantiene el equilibrio y el señor de los cielos, Gaulot se convirtió en el soberano de la oscuridad y la muerte. Todos ellos han de permanecer equilibrados por la eternidad, por el bien de la propia existencia.
Pero tras el reparto la madre de Gaulot no quedo satisfecha con que su hijo se quedase entre la oscuridad y la penuria, quería para él mucho mas, quería todo, quería el propio puesto del dios padre creador del todo y de ella misma. Por lo que siglo tras siglo atormento la mente de su hijo con falsas palabras, con envidia, ira y rencor, hasta que Gaulot, queriendo demostrar que era más poderoso que sus otros hermanos, desato a las bestias del abismo y las ordeno marchar sobre Gaia sin consentimiento de Feret y aprovechando que este estaba distraído tejiendo la constelación de Pegaso.
Gaulot desato los peores horrores del averno, demonios temibles que asolaron rápidamente la superficie de Gaia. La mayor de las hermanas sufría en sus propias carnes la oscuridad y frialdad provenida del abismo mientras la vida y la luz de su reino se consumían a cada segundo.
El dios padre, desde la lejanía de su reino, comprendió los hechos que habían acaecido para que sus hijos llegasen a tal extremo y tras ver el pasado comprendió que la envidiosa mente de su tercera esposa había sido la causante de todo aquello. Dios padre, que tras regalar a sus hijos la creación del todo, no podía interferir directamente sobre la misma, así que a través de uno de sus mensajeros hizo llegar a Gaia la idea de crear a una criatura pura, a una criatura de vida y luz semejante al caos y oscuridad que habitaba en las almas de los horrores del abismo.
Mientras el mensajero hacia llegar el recado a su hija, el dios padre entro en cólera y desterró para siempre a Lilit de sus dominios y le ordeno vivir por siempre en el averno sufriendo los tormentos y castigos que su propio hijo tenía destinado a las almas que allí habitaban.
Gaia, tras recibir el mensaje de su padre, fundió parte de su poder y parte del poder de Feret, el cual lo había cedido por que gracias a su descuido había sucedido todo aquel sufrimiento, y con hilo de plata y arcilla creo la criatura más pura y noble de todos los tiempos. Tan pura que la oscuridad se desvanecía a su paso, con tanto poder que con sus propias manos era capaz de liberar el mal de este mundo. Gaia había creado a la primera de nuestra raza, la hermana Luna.
Hermana Luna lucho durante noches con los engendros del abismo, y uno a uno los fue derrotando y obligado a retornar a su lugar. Hasta que finalmente tuvo que enfrentarse al mayor de todos los horrores. Al mismísimo hijo de Gaulot, un hijo bastardo engendrado en el vientre de su propia madre Lilit. Durante cientos de noches lucharon entre luz y oscuridad, sin que ninguno de los dos lograse hacer retroceder a su oponente.
Parecía ser una lucha eterna, en la que ninguno de los dos podría vencer y Gaia seguiría sufriendo el dolor de la guerra en sus propias carnes. La desesperación azuzaba el alma de la diosa y de su hermano Feret que se veía desbordado para mantener las hordas de horrores que su hermano menor Gaulot seguía enviando a ayudar a su propio hijo. Mas cuando todo parecía tener un fin próximo lleno de oscuridad y caos, el mensajero del dios padre regreso con la salvación de la creación. La respuesta a la batalla, con el conocimiento necesario para ganar la guerra.
La salvación pasaba por que la propia luz sacrificase su esencia más pura para vencer la oscuridad que habitaba en el hijo de Gaulot y su madre Lilit. Un sacrificio puro y de corazón. Así fue como hermana Luna entrego su vida y su alma arrojándose a las mandíbulas de la criatura de la oscuridad. Un sacrificio con el que se logro vencer la primera de las batallas, pero no la guerra. Feret comprendió que Gaulot no descansaría hasta ver a Gaia y a Feret derrotados y arrodillados ante su madre Lilit y él mismo.
Feret recogió todos los hilos de plata que pudo y comenzó a retocar y estrechar los huecos en la red del firmamento, intentando impedir con ellos el paso de los horrores del abismo. Por su lado Gaia, nuestra madre, creo una tribu de criaturas iguales que hermana Luna, pero nosotros no tenemos la esencia del hilo de plata de Feret. Por eso no podemos igualarnos a la primera de nuestra raza.
Desde entonces nuestra raza ha crecido y multiplicado, pero el mal del averno continúa su avance hacia nosotros. Cada día nuestros hermanos luchan contra los demonios que logran atravesar la red de Feret, muchos mueren, pero esa es nuestra misión, la esencia de nuestra propia existencia.
Hora hijo ya sabes el porque somos como somos y porque estamos aquí. Ahora regresa al campamento a descansar, otro día te responderé a otras preguntas. Esta noche estamos en paz, pero mañana puede que el caos regrese y necesitaremos de todos nuestros hermanos para seguir luchando contra ellos para proteger a nuestra madre Gaia. Porque somos sus guardianes, somos sus hijos, somos hombres lobo.

viernes, 28 de agosto de 2015

Relatos cortos del Ciclo

                John reía a carcajadas, cuántas más vueltas le daba a todo lo que estaba sucediendo más fuerte reía. Mike a su lado apenas comprendía cómo podía estar de tan buen humor. Estaba anocheciendo y no habían logrado ni un trozo de pan que llevarse a la boca. El estómago de Mike rugió con tal fuerza que ensordeció por unos segundos la risa de su primo.

- ¿Cómo puedes estar tan contento? El mundo entero se ha ido al garete y tú te ríes como si todo fuera bien, ¡joder ni si quiera hemos comido hoy! y para colmo el único pueblo donde podríamos haber tenido alguna posibilidad nos ha expulsado... Malnacidos, así se pudran sus cosechas y se les envenene el agua- dijo Mike, que parecía escupir bilis mientras pronunciaba las últimas palabras.
- Primo, no entiendo porqué tan malhumor, fuistes, eres y siempre serás un gran apasionado de la tecnología, ¿es que no ves la ironía de esta situación?- respondió John sin parar de sonreir.
- ¿Entender? Claro que sí, el mundo se fue al carajo, y dudo que esto vaya a ir mejorando.
- Entender que en el momento de máximo apogeo tecnológico, del que tenemos certeza ha llegado la humanidad, y en su esplendor un error, una caída y un brutal efecto dominó y adiós, conservar conservamos los árboles prohibiendo el uso de papel... pero creo que informatizar todo el conocimiento humano no fue una gran idea y es aquí, cuando decidimos luchar por la naturaleza con dureza el momento en que con más fuerza nos golpea la incertidumbre que acompaña a toda obra humana.

                    Mike guardó silencio mientras miraba a su primo con ojos extraños. ¿Y qué más daba el motivo, la ironía, la risa o el llanto... lo único que importaba era comer y sobrevivir. Sobrevivir. Esa palabra era su constante motivación para seguir adelante, hacía ya tiempo que había perdido las esperanzas de reencontrarse con su mujer e hijos. El Gran Cambio, como ellos dos habían decidido llamar a la última fase del hundimiento mundial cuando los gobiernos mundiales colapsaron y todo dejo de funcionar... Las reservas energéticas se consumieron en apenas unos años en los países ricos, en los pobres apenas duraron meses. Una vez agotadas las reservas, el único vehículo que quedó fueron los que usaban energía solar y los de tracción animal o humana. Los primeros soló estaban en poder de pequeñas poblaciones que habían ido surgiendo alrededor de las ciudades; gente que buscaba terrenos de cultivo y pastoreo. Los de tracción animal o un animal para viajar eran el bien más preciado y la gente los defendía, o intentaba robarlos, hasta la muerte. En apenas unos década la humanidad había pasado del siglo XXI al V... Por estos motivos a Mike le resultaba imposible seguir creyendo que su familia seguiría bien y que pudiera volver a verlos en vida, su medio de transporte eran sus piernas y tenía toda Europa y el canal de la Mancha antes de poder si quiera estar en su tierra natal.

John vio la inseguridad de su primo e intentó animarlo.

- Mike, escúchame lo que hemos visto hasta ahora no tiene porqué estar sucediendo en Inglaterra, quiero decir, nosotros somos mucho más cívicos y respetuosos que la gente de este país, ya verás como en Alemania las cosas no están tan mal.

           Mike retiró su mirada sin decir nada, miró la carretera que serpenteaba entre los árboles hasta llegar a las montañas donde se perdía, agachó la cabeza y continuó caminando.

martes, 25 de agosto de 2015

LUCY: Introducción

Lucy acababa de cumplir quince años y su vida había cambiado por completo. Sus notas no paraban de bajar, su madre se había ido y ahora residía solo con su padre en un pueblo llamado Foz. Había tenido que cambiar de instituto y su relación con sus mejores amigos, Claudia y Sergio, ya no era la misma desde que ambos comenzaran a salir juntos. Lucy siempre había sido una chica alegre, a la que le encantaba sonreír y hacer locuras. Pero un día eso comenzó a cambiar. Pasaba las tardes encerrada en su cuarto, sin saber que estaba ocurriendo. Intentaba encontrar una explicación a sus sentimientos sin hallar respuestas, mientras cada una de sus sonrisas se convertía en lágrimas. Ya no era feliz, no quedaba nada de ella, era una persona totalmente distinta. Cada día se encontraba más débil mentalmente. Lo que ella no sabía era que lo peor estaba aún por llegar y tendría que librar batallas nada fáciles, enfrentándose a situaciones desconcertantes. Ahora contaré la historia con todos los detales. ¿Qué cómo los sé? Porque yo soy Lucy, una chica... ¿Normal?

sábado, 22 de agosto de 2015

Ausencia

Me levanto con tu ausencia en esta fría cama, las sabanas vacías me recuerdan aun el aroma de tu piel. Contemplo las sabanas desechas tantas veces por los dos, la almohada en la que tu cabeza reposaba junto a mi y en la que compartimos tantos sueños. Observo el sol a través de la ventana, que tantas veces nos enseño el mundo a ambos, y sus rayos me recuerdan tu rubio cabello como el trigo madurado.
Me levanto en esta fría casa sin tu presencia, camino solitario en silencio por los vacios rincones de mi vida. Miro mi reflejo en el espejo, pero de mi no queda nada. Con tu marcha perdí mi esencia, mi alegría, mi propia alma.
Asomo temeroso la cabeza al salón, aun deseando que estés allí. Veo tu fantasma abrazada al cojín mientras miras el televisor como tantas veces hacíamos juntos. Me siento en él y dejo que mi mente se sumerja en momentos más felices, en días en los que el tacto de tu piel compartía un miso espacio con el mío, tiempo en el que la brisa de la mañana entraba por la ventana y se mezclaba con tu perfume antes de que llegase a respirarlo.
Suspiro profundamente y me encamino a la cocina, abro el frigorífico y siento en mi propia alma el vacio que refleja sus estantes. Un cartón de leche y dos huevos es lo único que queda de nuestra vida.
Lo cierro, como cerrado tengo el estomago y el corazón desde que te vi marchar. Me arrastro por el suelo sin rumbo, sin saber que mas hacer o a donde ir.
Me siento perdido, confuso, sumergido en esta oscura erial que me rodea y de la que no puedo escapar sin ti.
No puedo soportar tanto dolor, el alma grita libertad y se me quiebra al recordar cómo te fuiste en un suspiro. En tu última mirada, en tu dulce sonrisa, en tu ultimo beso.
No puedo más, necesito escapar de estas paredes que me encierran en mi propia piel, estos muros que se alzan y encierran mi alma quebrada que solo anhela fundirse de nuevo con la tuya, estos absurdos ladrillos que me impiden verte más allá de mi recuerdo, más allá de mis sentidos, más allá de mi mismo.
Me estoy volviendo loco, corro incesante por la casa, busco tu presencia, tu fragancia, te busco a ti, pero sé que ya no estás. Ya nada podrá devolverte a mi. Por eso amor mío te ruego que me esperes, no te alejes demasiado, este camino ha de ser nuestro reencuentro, debemos vivirlo juntos y recorrerlo hasta el fin como una sola persona, como un solo corazón, como una sola alma.
Mientras escribo estas líneas el fuego recorre mis venas e incendia mis sentidos, el corazón se desborda y mis huesos quieren salir de su cárcel. Dentro de poco amor mío, el veneno ara su función y al fin podremos volver a fundirnos desde tu defunción.

jueves, 20 de agosto de 2015

Ojos

Las sombras de su cuarto habían cobrado vida, cientos de ojos rojos lo observaban desde las esquinas, un chirrido y un golpe, ruidos que reafirmaban su presentimiento de que habían venido a por él. Con gran rapidez se cubre la cabeza con la sabana, pobre insensato, la tela no lo salvara de los horrores que afuera aguardan. Se estremece al oír otro ruido, siente como algo le atrapa la pierna. Grita con todas sus fuerzas y una luz enciende el pasillo. Su madre asoma a la puerta, ya paso todo, ya puede quedarse tranquilo. Nada era lo que parecía, aunque algo sigue siendo extraño, en el armario hay unos ojos que brillan.

miércoles, 19 de agosto de 2015

El pasillo

Me despierto en mitad de un pasillo. Las paredes son de metal, planchas de acero que se unen formando una solida pared. El color del metal es de un cian sucio y la anchura del pasillo no es más que la anchura de mis hombros. El suelo parece de piedra blanca.

Todo está iluminado, pero no logro ver más allá de dos metros por delante, dos metros por detrás y dos metros sobre mi, más allá de esos límites todo es oscuridad, absoluta oscuridad.
Comienzo a caminar hacia delante, mientras mis hombros rozan con las planchas de metal que tengo a ambos lados. De pronto comienza a nacer en mi una extraña sensación, hay alguien cerca y me observa. Camino más de prisa, esa sensación crece por momentos. Tengo la seguridad de que sea lo que sea lo que viene por mi quiere hacerme daño.

Intento correr, pero el espacio no me lo permite, tropiezo y caigo al suelo. Me levanto de nuevo y sigo corriendo. Es imposible escapar, cada vez está más cerca. Siento su respiración tras de mi. Vuelvo a tropezar y caigo, pero esta vez ya me tiene. Noto sus manos que se ciernen sobre mi, es tarde, demasiado tarde ya me ha agarrado. Intento girarme para ver que es, pero… Me despierto sobre saltado. Era de nuevo esa pesadilla que me atormenta por las noches.

domingo, 16 de agosto de 2015

Noxtromo: La cara oculta de Noxtromo; Capitulo 1



- Capitán, las alarmas han vuelto a saltar en el área "G" de confinamiento. - Interrumpió el cabo.
- ¿Se ve algo en los monitores? - Preguntó el capitán alzando la vista de los informes que se agolpaban en su mesa.
- No, todo parece estar tranquilo. Las dos unidades destinadas al perímetro  han realizado un barrido y no han hallado nada extraño. Esta es la novena vez que saltan esta semana. - Concluyó el cabo.
- Las radiaciones deben de estar estropeando los circuitos mas rápido de lo que creíamos. - Reflexiono el capitán en voz alta para sí mismo.
- ¿Mando orden de que los reactiven? ¿Solicito a central un ingeniero? - Se limitó a preguntar el cabo pasando de la reflexión de su superior.
- No. Que los desactiven definitivamente. Total, solo nos quedaremos unos días mas en este planeta marchito. En cuanto terminen de extraer la veta madre y de cargarla, nos marcharemos. Ya puede explotar la estrella y carbonizar esta gigantesca roca y sus habitantes. - Terminó de decir el capitán volviendo a sus informes.
- Señor, ¿no cabría la posibilidad de salvarlos? Quiero decir, que si no podríamos… - El cabo se interrumpió al ver la mirada fulminante que le dirigía el capitán. - A la orden señor. Se hará como ha ordenado.


- Volved a la base y apagad todas las alarmas. Esos desgraciados van a morir de todas formas. - Sonó la voz del cabo por la radio.
- Ya habéis oído las órdenes. Volved a los vehículos, volvemos a la base. - Se limitó a ordenar el jefe de unidad.
Los seis soldados armados volvieron al vehículo y se alejaron de la zona rápidamente. Drah, que había permanecido oculto junto a unos secos helechos, se levantó lentamente y aguardó a ver que las cámaras se apagaban antes de que su piel volviese a tomar su tono azulado natural.
Eran pocos los que en su raza poseían la capacidad de mimetización. Casi todos habían sido asesinados cuando los seres del cielo llegaron, pero desde hace poco parecían no prestar cuenta de ello. Hacía poco que había despertado su don y menos aun que lo controlaba, gracias a ello había estado saliendo los últimos días a pasear por los exteriores. Disfrutaba de aquellos paseos fuera de las murallas, sin cámaras ni ojos que lo observaran todo el día.
Pero en ese momento no disfrutaría de uno de sus paseos. Había escuchado lo que decían por radio y debía de comunicárselo a su pueblo, acababa de escuchar que todos morirían.
Tras comprobar una vez más que nadie lo observaba y de que las cámaras permanecían apagadas, se encaramó al muro y volvió a saltarlo hacia adentro. Su pueblo corría peligro y él era el único que había escuchado aquello.
La casa de sus antepasados se hallaba en el centro, una edificación de cuatro plantas que destacaba sobre las demás por altura y belleza, ya que las demás consistían en rústicas cabañas de una o dos plantas a lo sumo.
La gente miraba sorprendida a Drah, era raro ver a alguien con prisas desde la llegada de los seres del cielo. Las puertas y ventanas surcaban la vista del joven sin que tan siquiera prestase atención a los rostros que lo miraban perplejos. El joven solo mantenía en la mente la idea de llegar cuanto antes a casa para poder comunicárselo a su abuelo, uno de los varones sabios del asentamiento y uno de los pocos que habían conocido los años felices de antes de la llegada de los humanos.
Drah entró con prisas por el arco sin puerta de la entrada y, subiendo los escalones de tres en tres, se dirigió a la biblioteca de la tercera planta, sabía que su abuelo se encontraría allí estudiando los textos antiguos.
Sobre una losa de piedra, apoyada en tocones de blanca madera, descansaban varios rollos de piel escrita que su abuelo ojeaba. Este, al ver entrar a su nieto a la carrera, levantó la vista y con una amplia sonrisa en el rostro preguntó:
- ¿Dónde acudes tan presto joven Drah? El tiempo es continuo y por mas prisa que te des jamás podrás ir a más velocidad.
- Shail. - Respondió el joven utilizando el término con respeto para dirigirse a su abuelo. - Traigo un mensaje. Algo que escuché a los seres del cielo hace un rato en el exterior ,mientras… - El abuelo del joven le hizo callar con tan solo un gesto de la mano.
- ¿Has vuelto a salir? Te he contado más veces que estrellas hay en los cielos lo que esas criaturas les hicieron a los que son como tú. Primero les robaron la esencia de sus cuerpos para otorgárselas a sus máquinas, y los que tuvieron más suerte murieron con su esencia intacta. ¿Quieres que te descubran? ¿Que sus miedos hagan que te maten? ¿Tan poco aprecias la vida que Ishnar tuvo a bien prestarte? - La voz del abuelo se había ido endureciendo a medida que hablaba.
- No, el Dios Ishnar fue generoso al prestarme este tiempo. - Respondió Drah mientras bajaba la cabeza abochornado.
- Esta bien, dame el mensaje que traes. - Volvió a pronunciarse el abuelo satisfecho del arrepentimiento que mostraba el joven. Todos habían sido jóvenes e impetuosos y sabía que volvería a repetirse, pero él debía, al igual que el resto de sabios, corregir la inconsciencia de la juventud. - Habla, ya que traías tanta prisa.
- Shail, tras saltar el muro aguardé a los vigías como siempre hago pero esta vez fue distinto. Hoy no me buscaron, simplemente miraron y se marcharon tras decir que todos moriríamos. - La angustia se reflejaba en el rostro del muchacho.
- Una gran verdad es esa que has oído. Todos moriremos, incluso tú y yo o cualquier otra criatura cuando termine el préstamo que Ishnar nos concede al nacer. Puedes marcharte si eso era lo que te preocupaba. - Le despidió el abuelo con un gesto de la mano, volviendo a bajar la vista a los textos.
- Shail, no es eso, han apagado los ojos. - La curiosidad asomó al rostro del anciano, invitando a Drah a seguir hablando. - Los truenos y todo lo demás, todo está apagado. Es como si no les interesásemos.
- Entiendo. - Se limitó a responder el abuelo mientras enrollaba el trozo de piel escrita. - Es extraño, muy extraño, mas hay una persona que puede explicarnos lo que sucede. El exiliado nos dará las respuestas que precisamos.
Drah y su abuelo comenzaron a descender lentamente las escaleras, les llevaría un rato llegar a la casucha en la que vivía el exiliado cerca del muro exterior norte del recinto.