Ciudad de tinta a tenido el honor de reunirse con el maravilloso escritor Mario A. Elegancia, presenciar su presentación y realizarle una entrevista que, claramente, está a su altura.
1. ¿Cómo te interesaste por la literatura?
Tuve un primer contacto con la literatura en el colegio. Lo típico: Mortadelo y Filemón, libros infantiles... Hasta que vi un texto en el libro de lengua de Sherlock Holmes. Empecé a escribir gracias a mi madre, ya que hacíamos juegos de escribir y hacer redacciones.
2. ¿Te ha cambiado la vida desde que eres escritor?
Totalmente. El primer año fue difícil e inestable, pero desde que me mudé a Sevilla todo es felicidad.
3. ¿Tienes escritores de referencia?
Sí. Yo no sabía desarrollar una novela y tengo de referente a Milan Kundera y Woody Allen en cuanto al punto de humor.
4. ¿Cuánto tiempo sueles tardar en escribir un libro?
Poco. Soy muy organizado y ordenado. Me suelo poner a escribir durante una hora. En cuanto me siento lo tengo.
5. ¿En qué se inspira para escribir?
Soy muy de usar mi propia vida y de forma evidente. Hablo de experiencias. Expreso sentimientos, no creo historias.
6. ¿A qué atribuye el éxito de sus obras?
Soy muy realista, escribo bien, pero millones de personas lo hacen. Soy estratega. Entré en facebook, hago publicidad, escribo entradas, busco temas que gusten sin olvidar el punto comercial. Siempre busco el equilibrio entre comercial y cercanía a los lectores.
7. ¿Fue difícil abrirse paso como escritor?
Sí. Al principio mandé abras a muchas editoriales y tuve problemas con todas ellas.
8. ¿Cuál es su principal aspiración dentro del mundo
literario?
Cada año a menos. Yo pensaba que era publicar, a librerías y ya está. Ahora aspiro a que la tienda online vaya bien, poder vivir de la escritura y publicar un libro al año, aproximadamente.
9. ¿Publicará algún otro libro próximamente?
Mi plan es mandar el siguiente en septiembre.
10. ¿Qué consejo le daría a alguien que quiere ser escritor?
Que no se olvide de que es un oficio y hay público. Que busque el equilibrio, haga lo que le guste y que piense en la realidad.