Entrevista: Alonso Barán.

1. ¿Cómo te interesaste por la literatura? 

No lo sé. Es decir, como dijo Oscar Wilde «La literatura siempre está ahí esperándote». Una época de mi vida dejó de tener sentido y fue cuando le encontré un sentido a escribir.

2. ¿Te ha cambiado la vida desde que eres escritor? 

Totalmente. Soy una persona completamente diferente a como era antes. Antes no me planteaba retos, ahora si algo no supone un reto ni me lo planteo.

3. ¿Tienes escritores de referencia? 

En realidad, no.

4. ¿Cuánto tiempo sueles tardar en escribir un libro? 

EL ARTE DE MORIR DOS VECES tardé siete meses, EL AZAR NO SE LLORA un año,  LIBREPENSAMIENTO un par de meses, pero en realidad fueron cinco años porque tuve que estudiar la carrera de filosofía antes. 

5. ¿En qué te inspiras para escribir?

 En una idea que surge en mi mente que hace que el resto de ideas giren en torno a ella de manera consistente. EL ARTE DE MORIR DOS VECES fue la idea de fingir la muerte para empezar de cero.

6. ¿Cuál crees que es el punto fuerte de tu obra? 

En EL ARTE DE MORIR DOS VECES es que es un viaje espectacular en el que no paran de suceder cosas, y que todo está sustentado por el existencialismo. Todo el libro es una alegoría sobre el tránsito por la vida, pero en género thriller.

7. ¿Fue difícil abrirse paso como escritor? 

Puf. Lo fue y lo es.

8. ¿Cuál es tu principal aspiración dentro del mundo literario? 

Ya no tengo más. Tengo la sensación de que escribir libros empieza a carecer de sentido. Antes daba sentido a mi vida, ahora le da un sentido siniestro porque me planteo que quiero hacer más cosas.

9. ¿Publicarás algún otro libro próximamente?

Estoy terminando mi tercera novela y empezando mi segundo ensayo, los escribiré porque no me gusta dejar las cosas sin terminar, pero no sé si quiero publicarlos, esa es la verdad.

 10. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser escritor?

Que no lo haga y que viva la vida. Es mucho trabajo y mucho tiempo dedicado a no vivir experiencias a cambio de encerrar el tiempo en palabras. Cito a Borges antes de morir cuando le preguntaron si se arrepentía de algo, y contestó: «De haber escrito mucho y vivido poco».