Hoy cierro los ojos y dejo penetrar al silencio en lo más profundo de mi ser, lo inhalo. Inspiro con fuerza, pero con el sosiego que me da la oscuridad; y expiro eliminando todo aquello que me daña. Hoy desecho el mal de mi cuerpo, hoy me despojo de tanta carga.
La fuerza recorre cada célula, la percibo moviéndose a través de ese líquido, que me da vida, escarlata.
Mi corazón se vuelve sosiego en sus latidos, cautivando a mi esencia. Dulce placidez la que respiro, olvidando el cansancio que acumulé.
Y en este estado de calma, me lleno de comprensión, y por fin escucho la inconsciencia de mi ser, aquella que gritaba arañando la piel, de la que brotó la herida imposible de comprender. Hoy por fin veo, al cerrar los ojos, advierto. Y percibo que la lesión cicatriza.
Abro los ojos y le canto, al pesar de mis días, una canción de despedida.
Muy bonito, Leticia. Felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarMuy bueno y sentido, Lety. Me gusta mucho. Muy buena escritura. Hace sentir, te lo aseguro :)
ResponderEliminarGracias, José. Me alegra que te guste
EliminarQué difícil resulta mostrar las miradas "hacia adentro". Lo logras con mucha sensibilidad y evitando territorios más cómodos pero menos ciertos. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Héctor, por pasarte y por comentar. Me alegra saber que conseguí transmitir lo que quería. Un saludo!
EliminarMuy sentido y emotivo. Felicidades.
ResponderEliminarGracias, Dolors.
EliminarHola, clara muestra de hacer ver esas emociones que nos hacen daño y las sacamos fuera. Me gustó. Besos.
ResponderEliminarGracias por dejar tu opinión! Me alegra que te guste. Un saludo!
EliminarEs muy bonito. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte!
EliminarHermoso,Lety.
ResponderEliminarMil gracias!
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